Credo de los Dark Hunter


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Credo de los Cazadores Oscuros

Somos la Oscuridad. Somos las Sombras.
Somos los Amos de la noche.
Sólo nosotros nos interponemos entre la humanidad y aquellos que querrían ver su destrucción.
Somos los Guardianes.
Los Vigilantes sin alma.
Nuestras almas nos fueron arrebatadas para no alertar a los Daimons que perseguimos. Así, cuando nos ven llegar, ya es demasiado tarde.
Los Daimons y Apolitas nos conocen.
Nos temen.
Llevamos la muerte a todos aquellos que persiguen a los humanos.
No somos ni humanos, ni Apolitas; existimos entre el reino de los vivos y el reino de los muertos.
Yo soy el Cazador Oscuro.
Soy eterno… a menos que encuentre un corazón puro que jamás me traicione. Aquel cuya fe y coraje pueda devolverme el alma y llevarme de nuevo a la luz.
Si fallo en la elección, me aguarda un destino aún peor que la muerte. Pues una vez hecha la elección, no hay marcha atrás.
Vale, ya está bien de fatalismos y tristezas porque, nena, no somos así. ¿Quieres saber lo que es un Cazador Oscuro? Somos todo aquello que acabas de leer. Estamos locos, somos malos e inmortales. Somos antiguos guerreros que luchan duro y juegan a ganar.
Somos esas criaturas aterradoras que pueblan la noche… Y nos encanta. Así que puede que estés en lo cierto si crees que te observan. La pregunta es…
¿se trata de algo maligno o de alguien perverso?
 

Llegar a ser un Cazador Oscuro
 

Cuando una persona muere de manera injustamente o de manera brutal, su alma grita por venganza. La fuerza y la furia de sus gritos llegan como ecos hasta los salones del Olimpo, y Artemisa se dirige al agraviado para ofrecerle un pacto. Una vez este acepta, el nuevo Cazador es marcado con el símbolo de la diosa - el doble arco atravesado por una flecha - allí donde ella posa su mano para quitarle el alma. A cambio el Cazador o Cazadora durante un día entero (24 horas) recibe la oportunidad de vengarse de aquellos que lo ultrajaron a lo largo de su vida: el Acto Único de Venganza.
Normalmente el Nuevo soldado de la diosa asesina a aquellos que causaron su muerte. Cuando el período de 24 horas acaba, Artemisa lo envía a ser entrenado por Acheron, el líder de los Cazadores Oscuros.
Cuando finaliza el entrenamiento, el nuevo guerrero o guerrera es asignado a una ciudad o localización, donde deberá proteger a los humanos de los mencionados Daimons el resto de la eternidad.
Artemisa les paga muy bien por sus servicios y les provee de ayudantes humanos que se hacen llamar Escuderos.
 

El Código de los Cazadores Oscuros
 

-Rinde honor a Artemisa.
-No bebas sangre.
-No mates humanos ni Apolitas.
-Jamás toques a tu Escudero.
-No hables con familiares o amigos que puedan reconocerte después de morir.
-Ningún Daimon escapa vivo.
-No le digas a nadie lo que eres.
-Estás solo.
-Esconde la marca del doble arco.
 

Llegar a ser libres
 

La única manera de que un Cazador sea libre es encontrar a alguien que lo ame lo suficiente para
pasar con éxito la prueba de Artemisa, y que el cazador oscuro confié plenamente en ella. Ésta
persona debe sostener el medallón ardiente que contiene su alma con las manos desnudas y
apretarlo sin dejarlo caer sobre la marca del doble arco de Artemisa. Sin embargo, no es nada fácil
ya que el medallón quema como si estuviese al rojo vivo; tanto que suele dejar una marca en la
palma de aquella o aquél que lo sostiene. Esta cláusula surge a causa de Ias de Groesia, uno de los
“5 primeros Cazadores Oscuros”, en el 7382 a.n.e..
Si la persona escogida no puede sostener el medallón y lo deja caer, el alma del Cazador Oscuro se
perderá para siempre y él o ella se convertirá en una Sombra. Una existencia maldita, que nadie
puede ver ni oír y que siempre tiene hambre y sed solo un oráculo será el único capas de
contactare con el; lo mismo que le sucedería al Cazador si muriese. Sin embargo, si el ritual sale
bien, el Cazador Oscuro se transforma en un mortal y vuelve a tener alma, con la misma edad que
tenía cuándo murió.
Ias (Alexion) junto a Dangereuse St. Richard, son los únicos Cazadores que escaparon de ese triste
destino al morir.
 

Debilidades
 

Pueden morir por:
-La luz del sol.
-Decapitación.
-Total desmembramiento.
-Si les clavan un arma en la marca del doble arco de Artemisa.
 

Son sensibles a:
-Luces halógenas.
-Brillo de una luz en general, debido a la alta sensibilidad de sus pupilas. Esta última afecta al propio Acheron, por lo que la mayor parte del tiempo andan con lentes de sol.
 

Apariencia 
Tienen apariencia humana con la cual pueden camuflarse entre los mortales, sin embargo, los Cazadores Oscuros al aceptar el pacto aceptan así mismo ciertos cambios en su organismo y aspecto físico.
Así pues, les crecen los colmillos y sus ojos se vuelven negros y muy sensibles a la luz. Asimismo la marca del doble arco de la diosa Artemisa aparece allí donde esta les ha tocado para convertirlos en sus siervos. Sólo Zarek no la tiene, pues nunca fue tocado por la diosa. Esta le inyectó Ichor, un mineral encontrado en la sangre de los dioses que se decía era para hacerlos inmortales, y le dio los poderes separadamente, junto con los colmillos y otras cosas a fin de que Acheron no se percatara que él no era como los demás. Debido a esto, no tenía “la luz del sol” en su lista de debilidades.
Artemisa es conocida por escoger Cazadores y Cazadoras altos y atractivos o altas y hermosas en el segundo caso y que estén de acuerdo en asesinar.

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