Zarek nació siendo el hijo no deseado de
una esclava griega y un senador romano. Momentos después de nacer, su
madre lo entregó a un criado ordenando que lo matasen. El criado se
apiadó del niño y se lo llevó a su padre, cuya reacción no fue muy
diferente a la de la madre, de modo que Zarek se convirtió en el cabeza
de turco de una noble familia romana.
Nadie sabe cómo murió ni por qué cambió
su alma, él guarda celosamente el secreto. No confía en nadie. Apenas se
relaciona con otros Dark-Hunters y, cuando lo hace, siempre se muestra
reacio y despreciable con ellos.
Debido a su firme negativa a seguir
órdenes de cualquier tipo (incluso las de Artemisa) y a su falta de
consideración por nadie que no sea él mismo, vive en la solitaria Alaska
dónde sus actividades son muy limitadas y estrechamente controladas.
Muchos temen que algún día libere sus poderes contra los humanos al
igual que contra los Daimons.
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